A los treinta y un años de edad sucedió a su padre, el rey Fernando III el Santo, en el trono de Castilla y León. No fue un buen gobernante, ya que durante su reinado quedó prácticamente parada la Reconquista: conquistó algunos lugares que estaban en poder de los musulmanes (como Jerez, Medina Sidonia y Lebrija), pero perdió tierras que pasaron a ser de Portugal y fracasó en su intento de extender su dominio por Navarra y el norte de África.

Alfonso X, el Sabio, rey de Castilla. Biblioteca ...