Inglaterra fue el único país europeo que continuó conservando sus colonias en época contemporánea, a pesar de que países como Francia y España habían renunciado prácticamente a sus posesiones de ultramar. De este modo, tras quedar formado el Reino Unido de Gran Bretaña, este país conquistó un basto imperio y a mediados del siglo XIX estaban bajo el dominio británico: Gibraltar, Santa Elena, El Cabo, isla Mauricio, Adén, Ceilán, Singapur, Hong Kong, Sierra Leona, Gambia, Honduras, ...