Era hijo de una rica familia que explotaba viñedos. Recibió, en su niñez, una esmerada educación en un colegio de jesuitas; pero, interesado muy pronto por el arte, abandonó los estudios de Derecho que le obligaba a seguir su padre para dedicarse a la pintura y a la poesía.
En 1900, a los diecinueve años, viajó a Madrid con la intención de triunfar como escritor. Allí fue bien recibido por los grandes poetas modernistas, como Francisco Villaespesa y Rubén Darío. Pero sufrió una grave depresión ...