Desde niño recibió una espléndida educación artística e intelectual, pues su padre era pintor, escultor, estudioso de la artesanía y director de un importante museo.
A los seis años de edad fue enviado a Inglaterra para que su formación escolar fuera auténticamente inglesa. Pasó su infancia al cuidado de una anciana que, aunque pertenecía a su familia, no era muy cariñosa con él. El escritor siempre recordó esta fase de su vida como un período marcado por la tristeza y la soledad.

Rudyard K ...