En la poesía española no resulta difícil medir los versos: basta con contar el número de sílabas que los componen. Este recuento de sílabas se denomina cómputo silábico.
En otras lenguas existe un factor que dificulta ese proceso de contar sílabas: la cantidad silábica, según la cual unas sílabas son más amplias y otras más cortas (se habla, entonces, de sílabas largas y breves).
Pero en castellano no existe la cantidad silábica, por lo que todas las sílabas tienen el mismo valor ...