Desde los tiempos de los Reyes Católicos, cuando se unieron las coronas de Castilla y Aragón, y posteriormente Granada, los territorios americanos, Navarra y las posesiones europeas de Carlos V; el mantenimiento de la Monarquía Hispánica había recaido casi en exclusiva sobre Castilla. La mayor parte de los soldados que durante algo más de un siglo habían estado combatiendo por todo el mundo eran castellanos o mercenarios extranjeros, pagados con los impuestos de Castilla y ...