Los anfibios son animales vertebrados de sangre fría, que viven en el agua cuando son jóvenes y en tierra cuando son adultos, y que tienen el cuerpo cubierto por una piel húmeda y desprotegida. Se reproducen por huevos, de los que nacen las larvas o renacuajos. Son anfibios las ranas, los sapos y las salamandras.

Las ranas son anfibios de cabeza grande y boca muy ancha, con ojos enormes en proporción a su cuerpo y saltones. Tienen el tronco rígido y las patas anteriores pequeñas y las posteriores grandes y fuertes. La piel es brillante y lisa. Son de color verde con motas negras y marrones que les ayudan a camuflarse.

La salamandra es un anfibio de colores muy llamativos. Es del tamaño de una lagartija pero mucho más robusta y con la cola más pequeña. La piel es muy brillante y suele ser de color amarillo y negro, pero, a veces, tiene color naranja o un poco rojizo. Tiene unas patas fuertes y unos dedos anchos.

El sapo es un anfibio que carece de cola, con el cuerpo rechoncho y patas posteriores largas. Tiene la piel desnuda, áspera y verrugosa, generalmente, de color marrón o verdoso.

El tritón es un anfibio de la familia de las salamandras que puede llegar a medir hasta 10 cm de longitud. Su color es gris con manchas y rayas negras. Los machos se diferencian de las hembras por que tienen una cresta en la parte superior del cuerpo. Tienen mandíbulas con dientes, que utilizan para capturar presas. Tienen cuatro dedos en las patas delanteras y cinco en las traseras.